La hidratación, antes, durante y después de hacer ejercicio: por rendimiento y por salud
- Las personas con más grasa tienen menos agua en su cuerpo (55-59%) y los deportistas presentan niveles elevados (60-65%) con hidratación normal.
- Las necesidades de líquidos y sales minerales dependen fundamentalmente de la edad, el estado fisiológico y las condiciones ambientales.
- La hiperhidratación puede ser peligrosa: puede llevar a un exceso de sodio en sangre que puede provocar edema cerebral o insuficiencia respiratoria.
Las necesidades de líquidos y sales minerales varían sustancialmente de unas personas a otras, dependiendo fundamentalmente de la edad, el estado fisiológico o las condiciones ambientales. Cuando se realiza ejercicio físico, “atender a las necesidades de líquidos es crucial”. Y es que “son muchas las funciones que cumple el agua en relación con la actividad física: mantiene más estable el volumen sanguíneo y la temperatura corporal, para un mejor funcionamiento físico del organismo”.
Según el grado de deshidratación se han objetivado una serie de efectos fisiológicos de especial trascendencia:
- Con niveles de deshidratación de tan solo el 1%(del peso corporal) se registra un aumento de 0,3º C y unas 6 pul/min a una misma carga de ejercicio físico.
- Con un 2% se incrementa la temperatura corporal (0,6-1º C) y la frecuencia cardiaca.
- Si el grado de deshidratación es del 3%, disminuye la resistencia muscular, se puede dar hipertermia, cefalea y desorientación.
- Con un nivel de deshidratación del 4%, aparecen la pérdida de resistencia y fuerza, calambres musculares, riesgo de congelaciones a altitudes elevadas.
- Con un nivel de deshidratación del 5-6%, tal y como destacan los investigadores, “se hace evidente la presencia de agotamiento y el aumento significativo de la temperatura corporal (39-41ºC, estado de fiebre) hasta llegar al cese de la actividad físico-deportiva”.
Pero también la hiperhidratación también puede ser peligrosa para la salud del deportista, asociándose a hiponatremia (disminución de la concentración de sodio en sangre) que puede provocar edema cerebral o insuficiencia respiratoria.
Pautas para practicar deporte y hacer ejercicio
Aunque resulta difícil calcular las necesidades de cada colectivo o individuo, ya que varían incluso en un mismo individuo según diversos factores, el estudio aporta datos de interés sobre pérdidas hídricas y de sales minerales durante la práctica físico-deportiva:
- En carreras de atletismo de ultramaratón (120-160 km), por la dificultad de ingerir una cantidad adecuada de líquidos, se presentan estados de deshidratación (3-6%) en el 50% de los ultrafondistas y el 30% llegan a padecer hiponatremia.
- En deportes de fuerza, combate o equipos, la deshidratación reduce la capacidad del sistema nervioso central de estimular la contracción muscular.
En el deporte, a través de la respiración y sudoración profusa (más en ambientes calurosos por encima de los 30ºC o humedad relativa superior al 50%), las pérdidas de agua pueden llegar a los 2-4 l/h.
Durante la actividad deportiva, en deportes con una duración menor a 1 hora, las instituciones internaciones recomiendan no pasar de 6-9% la concentración de hidratos de carbono (HC). Según los investigadores, “es recomendable tomar 0,6-0,9 l/h de bebida isotónica durante la actividad (según la modalidad deportiva), y la bebida debe contener 0,5-0,7 g de sodio por litro en deportes de 2-3 horas y 0,7-1,2 g en ultraresistencia”.
En suma, según el estudio, para cumplir su función, las bebidas isotónicas deben hidratar, aportar sales minerales e hidratos de carbono y aumentar la absorción de agua mediante la combinación de sodio y diferentes tipos de azúcares.
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